Los frenos electrohidráulicos MOLSA, son de zapatas móviles, y cuentan para su accionamiento con un elevador o gato electrohidráulico impulsado por un motor de corriente alterna que le confiere gran fiabilidad.
Los frenos electrohidráulicos MOL, funcionan, a falta de corriente, por la acción de muelles y el peso de la parte móvil del elevador, lo cual garantiza gran seguridad de frenado.
La utilización de electroimanes de corriente alterna, produce graves inconvenientes que los hacen inadecuados para el funcionamiento de los frenos. La gran intensidad que absorben al conectarlos siempre es muy elevada, y deben tomarse precauciones especiales que no originen caídas de tensión que dificulten la marcha del aparato. Estas intensidades limitan también el número de maniobras, debido al calentamiento de los bobinados. Los choques violentos que provoca la armadura final de su carrera producen deformaciones en el circuito magnético que los inutiliza rápidamente. Estos inconvenientes han sido tomados en cuenta por MOLSA, Talleres MOL S.L., y para remediarlos, ha creado una serie de frenos en los que el electroimán ha sido sustituido por un elevador hidráulico.
La elección del tipo de freno para cada caso, da lugar a un estudio particular por parte del proyectista, ya que debe tenerse en cuenta el par estático, los efectos de inercia, tiempo de deceleración, frecuencia de frenados, etc.
En aparatos de elevación, es normal tener el par de frenado (Cf) en función del par de motor. Se toma generalmente Cf= 1 a 2 Cmotor, siendo la fórmula del par motor, en función de su potencia en CV y de su velocidad en r.p.m.